viernes, 5 de diciembre de 2008

UN JARDINILLO.


Era un gran señor y un buen poeta, a Joaquín Romero Murube lo mató el urbanismo atroz y las pérdidas de las bellezas de su vida. Cuando "El corte Inglés" destruyó el hermoso palacio de los Sánchez-Dalp, sito en la plaza del Duque, a Murube le dieron la extremaución.

No se puede entender el Alcázar sevillano sin su presencia. Y esta noche encuentro un texto muy bello, en él describe la casa del poeta sevillano Francisco de Rioja, autor famoso por sus Silvas.

" Nos encanta pensar en este jardinillo de Rioja en un barrio alejado del centro de Sevilla. La casa era rica y bien alhajada. Tendría una amplia estancia-¿la librería?-con puertas y ventanas al jardinillo. Y todos los ámbitos estarían llenos de una hondura de constante silencio, un silencio casi palpable en reflejos de ricas maderas, cristales, telas y penumbras incendiadas por algún rayo de sol vestido de temblores...

El mismo cronista que nos dice el emplazamiento de la casa del poeta, nos informa que en el jardín había unas fuentes . Y por los textos poéticos que se han conservado, deducimos hoy la población vegetal de aquel recinto delicioso. Rosas, jazmines, claveles...Quizás en la parte más abierta del jardín , algún árbol : un ciclamor de floración fugaz y fastuosa; un laurel oscuro y romano, o tal parra lasciva que ensombrecería con encajes de frescura los rincones de estío "

Joaquín Romero Murube (1904-1969)

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