sábado, 25 de abril de 2009

Y EL GESTO DETUVO LA PALABRA...


Leí " El río de la luna" en mis años de estudiante y aún recuerdo el sentido de ese libro en mi vida. Algunas veces lo busco y releo pasajes, es como una especie de vuelta a un tiempo ya perdido.

"... Fidel no se atrevió a seguir. Ahora tenía ante él a una mujer dura y astuta, una actitud que le desconcertó y le sobresaltó en parte, pero, sobre todo, le aprestó fuera de la línea de conversación tan instintivamente como el animal que ventea un territorio que no le pertenece y, sin rondarlo siquiera , retrocede, aviva el paso y se pierde en la espesura. Hizo un recorte vagamente diletante y cambió de tema, acosado de pronto por un temor de procedencia tan irreconocible-o pretendidamente irreconocible- como cierto.

-Pensé mucho acerca del azar, de la soledad y el tiempo- empezó a decir Fidel. Teresa, con su tierna y diminuta expresión de pesar, como si hubiera advertido la pretendidamente descuidada vuelta atrás de Fidel, tomó entonces sus manos entre las suyas y el gesto detuvo la palabra. Fidel se levantó sin soltar las manos de ella, tomó asiento a su lado , la besó, rodeó con un brazo sus hombros y, cuando al separar sus labios vio aquel singular brillo, tan conocido, en los ojos de Teresa, no pudo sino contestarle con absoluta precisión :

-Quiero estar contigo, sólo quiero estar contigo, hacer ahora el amor contigo. Lo haría aunque la vida , si es que puede, me lo negase. Lo haría aún después de muerto si me lo negara"

José María Guelbenzu.

No hay comentarios: