martes, 30 de junio de 2009

ARTEMISA EN ÉFESO.


No dormir siesta tiene sus reclamos. Mientras tomaba una granizada de limón con cava, ha caído en mis manos uno de los libros que me llevaré a la playa. Suelen volver algunos sin estreno, pero otros quedan unidos a noches de luna, olor a mar y sueños cumplidos.

" Las artes de Grecia y la riqueza de Asia conspiraron para erigir una estructura sagrada magnífica. La soportaban ciento veintisiete columnas de mármol del orden jónico; fueron regalos de monarcas devotos, y cada una medía algo más de dieciocho metros de altura. El altar fue adornado con esculturas magistrales de Praxisteles. Sucesivos imperios, el persa, el macedonio y el romano, veneraron su santidad y enriquecieron su esplendor. Pero los rudos salvajes del Báltico carecían de gusto por las artes elegantes, y despreciaron los terrores intelectuales de una superstición extranjera "

Edward Gibbon (1737-1794)

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