domingo, 21 de febrero de 2010

UN PATRIOTA.


¿Hay políticos con sentido de Estado? Es bueno releer a don Manuel Azaña para responder a muchos interrogantes actuales. El Azaña escritor, el Azaña orador y el Azaña político, se funden en su concepto de España y del patriotismo. Un patriotismo de verdad y que duele.

"La verdad es que resulta más fácil brillar en política ( periodismo, oratoria, etcétera) que en las buenas letras. Digo más fácil mirando al esfuerzo mental y a la aplicación necesarios para una cosa y otra. Pero la política tiene para mi carácter muchísimos inconvenientes. La gente procede en política por subordinación, no por crítica y adhesión libre. Y hay además los intereses subalternos. Yo no soy capaz de subordinarme a nadie, ni puedo renunciar a mi libertad de juicio. Tampoco tengo gusto en que nada se me subordine; los elogios me sonrojan y la adulación me encoleriza. Porque veo la bajeza que los dicta "

Con todo perdido, en el destierro francés y con un pie en el estribo de la muerte, reflexiona en una carta :

" Veo en los sucesos de España un insulto, una rebelión contra la inteligencia, un tal desastre zoológico y del primitivismo incivil, que las bases de mi racionalismo se estremecen. En este conflicto, mi juicio me llevaría a la repulsa, a volverme de espaldas a todo cuanto la razón condena. No puedo hacerlo. Mi duelo de español se sobrepone a todo. Esta servidumbre voluntaria me ha de acompañar siempre y nunca podré ser un desarraigado. Siento como propias todas las cosas españolas, y aun las más detestables, hay que conllevarlas, como una enfermedad penosa. Pero eso no impide conocer la enfermedad de que uno se muere; o más exactamente, de que nos hemos muerto; porque todo lo que podemos decir ahora sobre lo pasado suena a cosa de otro mundo "

Manuel Azaña Díaz (1880-1940)

Escucha "Yo yo ma, Bobby Mcferrin Classical"

1 comentario:

Diseño y ARTquitectura de Interiores dijo...

Pues, estoy completamente de acuerdo.Yo, aunque mi ideología sea completamente diferente, siento más respeto por un militante anarquista que ejerció como tal durante la guerra civil española, que por un militante del PP de hoy en día. A aquellas personas de entonces,no les importaba dar incluso sus vidas por sus principios. Ahora sólo les mueve el poder del dinero.
Ya es tiempo de que lleguen a la política personas con principios y con voluntad de servir a los demás, y no a las directrices del partido de turno. Personas libres y no serviles.