martes, 10 de agosto de 2010

LÁGRIMAS Y PERSEIDAS.


Leo que pasado mañana será la noche de las Perseidas, llamadas también lágrimas de san Lorenzo. Recuerdo un año, de milagros y sosiegos, en las que las ví desde una playa desierta ocupada por recuerdos mágicos.

Agosto es buen mes para los los clásicos. La tarde trae a Herodoto.

" La costumbre más ignominiosa que tienen los babilonios es la siguiente: toda mujer del país debe , una vez en su vida, ir a sentarse al santuario de Afrodita y yacer con un extranjero. Muchas mujeres toman asiento en el recinto sagrado de afrodita con una corona de cordel en la cabeza. Y entre las mujeres quedan unos pasillos; por ellos circulan los extranjeros y hacen su elección. Una mujer no regresa a casa hasta que algún extranjero le echa dinero en el regazo y yace con ella en el interior del santuario. La cantidad de dinero puede ser la que se quiera; a buen seguro que no la rechazará, pues no le está permitido: sigue al primero que se lo echa sin despreciar a nadie. Como es lógico, todas las mujeres que están dotadas de belleza y buen tipo se van pronto, pero aquellas que son poco agraciadas esperan mucho tiempo sin poder cumplir la ley. Por cierto que, en algunos lugares de Chipre, existe también una costumbre muy parecida a ésta "

Herodoto (480 a.C-420 a.C )

1 comentario:

Ula dijo...

Lo cuenta muy bonito Herodoto.
Las prostitutas de esta historia tenían un sitio casi sagrado, se asemeja a las bellas damas que, en un apartado de club privado, se dejan agasajar a cambio de fama, compromiso, etc.
También las hay, y las debió haber en aquella época, en las rotondas que pululan por todo país que tenga hombres dispuestos al asunto, vamos que paquen.
Casi siempre, detrás, hay una historia triste, hijos abandonados, y claro, todo esto repercute por el simple hecho de que la tierra da vueltas, gira.
Estoy muy involucrada en el tema de hijos de estas mujeres y me dejo llevar por el apasionamiento.
Este blog, siempre hace pensar.
Un saludo