lunes, 24 de enero de 2011

MUSITANDO SUS ORACIONES.


Los dietarios de José Carlos Llop son magníficos. Es un escritor bastante completo, su obra poética y sus novelas no quedan a la zaga en calidad.

" Los diarios son una manera de estar solo que deriva-que debe derivar forzosamente, de ahí su razón de ser- en una manera de estar acompañados y, al mismo tiempo, en una manera de acompañar. Esto de la soledad-cuya conciencia es condición humana- es una de las constantes del escritor. No conozco escritor al que no le guste estar solo. Si no fuera así no sería escritor, no podría serlo : la escritura necesita de cierto eremitismo. Me parece que Jünger dijo que un diario era un monólogo bien logrado. Estupendo, pero ¿ de dónde la necesidad de ese monólogo? Yo creo que procede de motivos mediocres y ambiciosos : la fe exagerada en lo que uno tiene que decir- concederle demasiado valor a eso-; el impulso de decir para oirse a uno mismo-para tener constancia de los latidos que le indican que está vivo- ; o el imperativo de decir basado en la carencia : en las veces que uno quiso hablar y no fue escuchado. Un diario es como una oración, un discurso que se interrumpe para volver a recomenzar, en el convencimiento último de que tras ese discurso está alguien que empezó a hablar muy pronto- que empezó a tener conciencia del valor de su habla demasiado pronto- y que al no encontrar atención a sus palabras se agazapó en la soledad, para desde ahí, escondido, ir musitando sus oraciones a los oídos de todos... "

José Carlos Llop.

( Foto de Branislav Fabijanic )

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