miércoles, 2 de mayo de 2012

" ZIPPER Y SU PADRE "


 Joseph Roth se suicidó lentamente, con la compañía del alcohol, los recuerdos y las calles de un París en el que ya no se reconocía. Cartas sin destino, hoteles y la nostalgia.

    " Fuera lo que fuese lo que hiciera Arnold, a mí me pareció que estaba enamorado. Se encontraba en ese estado al que siempre hemos llamado " enamoramiento ".
    Era la primera vez en su vida. Aquello me sorprendió, porque mi amigo no estaba predispuesto a enamorarse. Por decirlo de algún modo, no cumplía los requisitos mínimos para el amor. Su inteligencia no era especialmente aguda ni avispada, ni tenía suficiente carácter para disimularlo. Mientras que, por un lado, Arnold era de naturaleza sentimental, por otro lado era lo bastante discreto como para luchar contra esa faceta de su personalidad. Era sensible y capaz de dejarse llevar por influencias externas, por estímulos y estados de ánimo, pero al mismo tiempo se mostraba tan indiferente con las mujeres en general, que parecía imposible que pudiera rendirse a los pies de una de ellas. Tal y como había podido observar en varias ocasiones, Arnold era uno de los pocos hombres que no cambiaba  de actitud en presencia de las mujeres (...)  Su autoestima era demasiado baja para pavonearse como los demás. Hace falta una pizca de presuntuosidad para enamorarse. Al final, llegué a la conclusión de que Arnold se había enamorado por desesperación, como quien se resiste al alcohol y termina dándose a la bebida porque ha perdido toda esperanza... "

                Joseph Roth ( 1894-1939 )

                ( Foto de Albert Chevojón )

1 comentario:

José Manuel dijo...

He descubierto por casualidad, como suelen ocurrir estas cosas, tu blog esta mañana. Sólo se me ocurre una palabra: "gracias"