jueves, 10 de enero de 2013

EL EMPERADOR ANACORETA.


          Tarde casi primaveral; mucha luz y buena temperatura. Papeleo y algunos escritos. Con el café, me hablan de Tiberio.

     " Tiberio el eremita era muy alto, muy robusto, pero su mano derecha era débil. So rostro era taciturno y tenía la piel blanca. Le gustaba mucho el vino. El pueblo romano decía que le gustaba mucho el vino porque esta bebida se parecía a la sangre. Tiberio era un gran entendido en vinos. Afirmaba que el coito y la ebriedad eran los únicos medios que le habían sido dados al hombre para permitirle caer de golpe en la muerte del sueño (... ) Esperaba el cambio de luna para hacerse cortar el pelo. Detestaba su altura porque lo obligaba a encorvarse. Tenía siempre gran cuidado en saludar a cualquier hombre o mujer que estornudara. Siempre lo acompañaba un astrólogo. Le gustaba escuchar la lectura de los griegos, los recitados de los rétores, las discusiones filosóficas. Vivió rodeado de hombre de letras. Se cubría la cara con emplastos. Se negaba a ver a los médicos. Siempre despreció a los médicos. Cuenta Tácito que, en el momento de morir, rechazó al médico Caricles, en Miseno, diciéndole que quien  había pasado tantos años en su cuerpo estaba en mejores condiciones de conocer la morada que uno que venía a visitarlo solo una hora. Suetonio refiere que el emperador Tiberio murió así : cayó en un estado de sopor en Astura, en Campania. Quiso seguir hasta Circeyos. Lanzó un venablo a un jabalí en la arena y sintió una punzada en el costado ( latere convulso ). Quiso seguir hasta Miseno. Participó  en un banquete. Retenido por las tormentas, murió en su cama. O lo creyeron muerto. Calígula se proclamó emperador prematuramente. El 16 de marzo del año 37, Tiberio recobró la conciencia. Llamó a un criado. Séneca Padre cuenta que se incorporó y se desplomó al tratar de levantarse. Tácito dice que Macrón tuvo que ayudar a morir al anciano apretando con fuerza una almohada sobre los labios que tanto habían amado el coño ( cunnus ) de las patricias"

          Pascal Quignard.

          ( Foto de Jerome Liebling )

1 comentario:

Ula dijo...

¡Qué triste! Un hombre así tendría que vivir eternamente. Lo siento porque la eutanasia debiera ser aplicada y deseada tras una buena información, según de quien se trate.
Un pensamiento, no más.

Saludos