viernes, 1 de febrero de 2013

GOCE Y VIGOR.


             Buena cueva-en la que refugiarse-son los clásicos. A la intemperie, poca cosa y mala.

   " Las molestias de la vejez que tienen necesidad de algún alivio, acaso pudieran engendrar el placer de la bebida, pues es como si dijéramos el último que el curso de los años nos arrebata. Los buenos bebedores dicen que el calor natural, en la infancia, reside principalmente en los pies; de los pies se traslada a la región media del cuerpo, donde permanece largo tiempo, y produce, según mi creencia, los únicos placeres verdaderos de la vida corporal; los otros goces duermen, comparados con el vigor de éste; hacia el fin de la existencia , como un vapor que va subiendo y exhalándose, llega a la garganta, en la cual hace su última morada (... ) Yo apenas bebo sino después de comer, y el último trago es siempre mayor que los precedentes (...) Prohíbe Platón el vino a los adolescentes antes de los dieciocho años, y emborracharse antes de los cuarenta, mas a los que pasaron esa edad los absuelve y consiente el que en sus festines Dionisio predomine ampliamente, pues es el dios que devuelve la alegría a los hombres y la juventud a los ancianos; el que dulcifica y modera las pasiones del alma, de la propia suerte que el hierro se ablanda por medio del fuego... "

           Michel de Montaigne ( 1533-1592 )

           ( Foto de Norman Parkinson )

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