lunes, 1 de julio de 2013

" NOCHES EN TUGURIOS "


        He debido soñar con Berlín y sus viejos peligros. Al despertar, necesidad de leer artículos de Joseph Roth.

       " El romanticismo de las noches en los tugurios empieza en la estación de Alexanderplatz, salida MünzstraBe, y prolifera, crece, invade la región y creo que el mundo entero. A la esencia de esas noches de tugurio pertenece la Neue Schönhauser StraBe, en cuyos adoquines, como si fueran mástiles de farolas o alguna otra materia propia de la calle, crecen macarras con sus chicas, así como la jefatura de policía, cuyas puertas ya están abiertas y custodiadas por dos de verde. La nostalgia de esos dos policías es un cigarrillo que no pueden fumarse durante el servicio, o una hora en el local de tonos rojizos, y no una prostituta que puede capturarse porque su macarra no acudió raudo a su puesto, sino que se dedicaba, sin miramiento por su obligación, al tráfico de cigarrillos en un portal.
     Tampoco puedo concebir la noche de tugurios sin la WeinmeisterstraBe, en cuyos rincones pulula la chusma. Y desde luego que no sin el chivato, de paisano, pero uniformado, de incógnito y reconocible, porque las puntas de su bigote trascienden a fiel cumplimiento del deber y guardia en horario de servicio, autoridad y seguridad en el paso y la mirada que acecha a los sospechosos. Y, aunque él mismo fuera más invisible y capaz de mimetismo de lo que es, sólo por los andares y la mirada se le reconocería, por la manera de preguntar sin recelo, apoyado ligeramente en un mostrador o una pared. Los demás no tienen esa falta de recelo, sólo frescura "

              Joseph Roth ( 1894-1939 )

              ( Foto de Paul Wolff )

Die Moritat Von Mackie Messer by Ute Lemper on Grooveshark

1 comentario:

Ula dijo...

Usted ha debido soñar y yo leyendo estas cosas recuerdo los tugurios de Madrid, Berlín... en los 80´s.
Ahora el ánimo reposa más, pero algunos misterios se desvelan, aún me atraen y frecuento cuando puedo esas oscuridades nocturnas y vaporosas, como la noche londinense de C. Doyle, por ejemplo, jeje.

Malasaña, for ever.

Saludos