jueves, 2 de octubre de 2014

LAS DÉBILES PUNTADAS DEL SENTIR.


        A Caballero Bonald lo he leído en muchos lugares pero siempre aparece el jardín del Círculo de la Amistad un día de otoño.

      " El hombre se volvió a meter en la habitación. Lola era una mujer todavía joven, de facciones duras, prematuramente ajada. Se había ido abandonando poco a poco, casi sin darse cuenta, como si se entregara gustosamente a su propio y obligo desaliño. Cuando se arrimó a Joaquín, Lola era todavía una muchacha de buen ver, de carnes prietas y poderosas y una caliente mirada de sumisión. Había nacido y se había criado en las viñas y, ya mayor, se fue a vivir con Corrales, el capataz de las Talegas, uno de los pagos de don Andrés. Y allí fue donde la conoció Joaquín.
    - Si alquilo un cuarto, ¿ tú te vendrías conmigo ?-
     le preguntó un día.
     --¿ Adónde ?
     - A donde sea.
     - ¿Y mi gente ?
     - Que  le vayan dando. ¿ Tú te vendrías conmigo ?
    - Sí.
     Lola, con el tiempo, se fue dejando llevar por la desgana, haciéndose a la idea de que no valía la pena acicalarse y conservar la facha. Ni siquiera imaginó que existía la posibilidad de luchar un poco contra aquella especie de solapada polilla que le iba comiendo de forma tenaz e inconsciente las débiles puntadas del sentir. Lola vegetaba sin apenas darse cuenta de lo que hacía o dejaba de hacer, resignándose instintivamente a su letargo "

          José Manuel Caballero Bonald.

          ( Foto de Vernon Smith )
          
Concerto Grosso In 7 Major, Op. 3 , No. 1 by Geminiani, Francesco on Grooveshark

1 comentario:

Ula dijo...

Babosos viejos, como D. Joquín, los hay por doquier, ¡pobre Lola!.

Saludos